Del tigre de Tasmania al dodo: los animales que los científicos quieren “revivir” ...Middle East

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Por CNN Español

El “lobo terrible”, el mamut lanudo, el tigre de Tasmania, el dodo: la exótica lista de especies perdidas que los científicos buscan “desextinguir” —un término que debería utilizarse con comillas cautelosas— suele despertar una catarata de preguntas. Qué son estos animales que para algunos parecen salidos de leyendas, cómo se puede intentar traerlos de vuelta, para qué hacerlo. Estas son algunas respuestas.

Los titulares más recientes se los han llevado estos llamativos cachorros de ‘lobo terrible’ —aunque en la foto todavía cueste ver lo de ‘terrible’—, luego de que la empresa biotecnológica Colossal Biosciences anunciara que esa especie extinta hace cerca de 12.500 años se había convertido en el “primer animal del mundo desextinto con éxito”.

Para crear tres cachorros de este depredador que supo habitar Norteamérica, lo que los científicos hicieron fue alterar los genes de un lobo gris, su pariente vivo más cercano, apelando a ADN antiguo del lobo terrible que extrajeron de dos fósiles y al uso de dos técnicas que se repiten en otros intentos de “desextinción”: edición genética y clonación.

El proceso, muy simplificado, fue así: con el ADN extraído de los fósiles, ensamblaron dos genomas del lobo terrible, es decir dos conjuntos completos de información genética. Luego lo compararon con el de otras especies, incluidos otros lobos, chacales y zorros, para ver cuáles eran las variantes genéticas que tenían específicamente los lobos terribles. Con toda esa información alteraron células del lobo gris, clonaron algunas de las líneas celulares con más posibilidades y las transfirieron a óvulos para que se gestaran estos nuevos lobos terribles.

“En realidad lo que han hecho es una edición genética de un lobo. (Los ejemplares de lobo terrible) son 99,9 % equivalentes a un lobo, entonces en realidad no es una especie nueva, es un lobo modificado genéticamente para que tenga alguno de los rasgos morfológicos que posiblemente tuvo la especie original”, explicó anteriormente a CNN en Español Raúl González Ittig, profesor asociado en la cátedra de Genética de Poblaciones y Evolución de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina).

El tilacino, conocido popularmente como tigre de Tasmania, es otra de las especies que Colossal Biosciences busca “revivir”.

Estos marsupiales carnívoros desaparecieron hace cerca de 2.000 años en todo el planeta salvo en Tasmania. Allí, donde cumplían un rol clave en el ecosistema, se enfrentaron a la resistencia de los colonos europeos que llegaron sobre el 1800 y que los acusaron de matar al ganado que ellos mismos habían introducido en la isla. En la mayoría de casos, no obstante, la culpa era de la mala gestión del hábitat por parte de los humanos y de los perros salvajes, explica Katie Hunt de CNN.

Entonces los cazaron hasta prácticamente su extinción. En la década de 1930 el Gobierno australiano les garantizó protección, pero resultó ser demasiado tarde: en 1936 el último tilacino vivo, un especímen llamado Benjamin, murió en un zoológico de la isla.

El docente de la Universidad Nacional de Córdoba, también investigador independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet), considera que hay una diferencia clara de sentido entre el proyecto para “revivir” al tigre de Tasmania y el del ‘lobo feroz’. El tilacino “se extinguió en tiempos modernos, su hábitat sigue existiendo” y no ha sido reemplazado como depredador. Su retorno, explica, tal vez podría ayudar a “restablecer el equilibrio del ambiente”, como sucede cuando se reintroducen especies en hábitats de los que han desaparecido pero que le son propios y donde cumplen roles fundamentales.

El caso del ‘lobo terrible’, analiza, es radicalmente diferente: el ambiente en el que se desarrolló ya no existe —cambió por circunstancias naturales— y las presas que comía tampoco. Un potencial retorno a la naturaleza incluso debería ser muy vigilado porque “toda especie que se larga a la naturaleza es una plaga en potencia”.

Si viste “La era del hielo”, no necesitas introducción.

El mamut lanudo, un gigante con colmillos ícono de la Edad de Hielo, desapareció hace cerca de 4.000 años. En el proyecto de desextinción, tal como en el caso de los ‘lobos terribles’, los científicos están trabajando con ADN recuperado de fósiles y con ADN de su pariente vivo más cercano, el elefante asiático.

Colossal argumenta que si se pudiera “desextinguir” al mamut lanudo y liberar una cantidad suficiente de ejemplares en la tundra ártica, su presencia podría ayudar a restaurar y preservar el frágil ecosistema.

Hay científicos que creen que estos mamuts podrían ayudar a ralentizar el deshielo del permafrost, pero no es una opinión unánime. Para otros no está claro que se pudiera prever un impacto positivo significativo en caso de que se lograra llegar a tal grado de avance.

El dodo, un ave no voladora originaria de la isla Mauricio, en el océano Índico, se ha convertido en un ejemplo de libro de la responsabilidad del hombre en la pérdida de biodiversidad.

Está extinto desde 1681 por la combinación de dos factores: la depredación por parte de los humanos y la introducción de especies que no eran originarias de la isla en el siglo XVI como los cerdos y los macacos, a los que les gustan los huevos.

Y es otra de las especies para cuya recuperación trabaja Colossal.

González Ittig explicó que, como en el caso del tigre de Tasmania, el dodo también “tenía un rol ecológico muy importante” en su hábitat natural: consumía las semillas de unas especies de árboles que eran especialmente duras, las digerían, y al defecar estas volvían a la naturaleza ablandadas y se diseminaban, permitiendo la germinación de ejemplares de esas especies. La extinción del dodo detuvo ese proceso, afectando la salud de los bosques, por lo que un eventual retorno podría colaborar en su restauración y preservación.

El dodo no es la única ave protagonista de un proyecto de desextinción. La organización Revive & Restore trabaja, a su vez, en un proyecto para intentar traer de vuelta a la paloma migratoria o paloma pasajera, que pasó de ser el pájaro más abundante de la Tierra para 1860 (cuando calcula que había entre 3.000 y 5.000 millones de ejemplares) a desaparecer en 1902. La organización apunta a recuperar el beneficio que tenía esta especie en el cuidado de la biodiversidad forestal del este de Estados Unidos.

Diversos artículos sobre la ciencia de la “desextinción” mencionan al uro, el ganado salvaje original de Europa que supo pastar desde los países escandinavos hasta el norte de África y desde el Reino Unido hasta el centro de Asia, según Rewilding Britain.

Los uros, que junto a los mamuts lanudos eran unos de los mamíferos terrestres más grandes de Europa, son los ancestros salvajes del actual ganado domesticado. Su extinción data de 1627, cuando el último especimen vivo conocido se murió en Polonia.

Desde hace años, el retrocruzamiento de las especies vivas más similares a los uros en Europa ha dado lugar al nacimiento de los tauros que, como explica la organización, fueron criados “a partir de seis antiguas especies de ganado para que fueran lo más parecidos posible a los uros desde el punto de vista genético, físico y de comportamiento”. Los tauros, por tanto, no son lo mismo que los uros, pero pueden imitar sus comportamientos y cumplir su rol clave en el área.

“El ser humano, por reproducción direccionada logra formas un poco a su antojo”, sintetiza al respecto el experto de Córdoba entrevistado, una técnica que se ha aplicado a especies variadas, incluidas de perros. En otras palabras, “la edición genética se hizo siempre”.

La historia de las “desextinciones” no está completa sin un capítulo dedicado al bucardo o cabra montés de los Pirineos, a la que en muchas ocasiones se califica como la primera especie desextinta, y la única que se extinguió dos veces.

Este bucardo, una subespecie de la popular cabra montés ibérica, habitaba áreas de la cordillera cantábrica y los Pirineos, donde era objeto de caza. Eventualmente la actividad se prohibió, pero eso no logró salvarla. Oficialmente se extinguió en el año 2000 con la muerte del último especimen vivo conocido, Celia.

Sin embargo, para entonces los científicos habían logrado extraer y preservar su material genético. “Se sacaron células vivientes, y las crioconservaron para intentar recuperar un individuo después con clonación”, explica González Ittig. Como la especie estaba viva, el tejido era fresco, no estaba degradado, y eso permitió a posteriori hacer un proceso de clonación más similar al de nuestra referencia ineludible en el tema, la oveja Dolly.

El bucardo “desextinto” vivió siete minutos. Una necropsia posterior reveló que había sufrido un problema pulmonar. Pero eso no invisibilizó el hito. Como escribieron los científicos George Church y Ed Regis: “Fue el miércoles 30 de julio de 2003, un momento decisivo en la historia de la biología. Porque en esa fecha, de repente, la extinción dejó de ser para siempre”.

Si el clon de Celia hubiera sobrevivido, ¿quiere decir que la especie hubiera quedado firmemente “desextinta”? Para González Ittig, que trabaja con genética de poblaciones, la respuesta es clara: no basta con un solo ejemplar porque ese ejemplar “¿con quién se va a reproducir? ¿O lo vamos a seguir clonando? ¿Y lo vamos a seguir clonando hasta cuándo?”.

En términos evolutivos, asegurar a una especie implica contar con machos y hembras no emparentados que se puedan reproducir, con variabilidad genética para evitar, por ejemplo, que un virus mate a todos los especímenes, y con un número suficiente de ejemplares para hacer sostenible la supervivencia.

Desde la clonación de Celia en los 2000 hasta el nacimiento de los cachorros de laboratorio de ‘lobo terrible’, la llamada ciencia de la desextinción —no exenta de debates éticos— ha mostrado hasta qué punto puede el hombre presionar los límites en su búsqueda de “revivir” especies perdidas. Esto no debería, no obstante, desviar la atención de la urgencia principal: evitar que las especies desaparezcan en primera instancia.

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